En el encantador escenario de Girona, entre las suaves colinas y los paisajes idílicos, se desarrolló una boda que trascendió lo convencional. Laura y Toni, una pareja destinada a la elegancia y el refinamiento, sellaron su amor en una ceremonia inolvidable en Mas Marroch, la finca emblemática del célebre Celler de Can Roca.

Desde el momento en que pusieron un pie en Mas Marroch, los invitados fueron recibidos por la majestuosidad y el encanto que envolvía el lugar. La atmósfera resonaba con la promesa de una celebración que marcaría un hito en el recuerdo de todos los presentes.

El día de la boda, Laura deslumbró con un vestido diseñado por la renombrada casa Santos Costura, que realzaba su elegancia natural y su gracia etérea. Cada detalle, desde la delicada encajería hasta el impecable corte, reflejaba la belleza y la sofisticación que caracterizaban a esta novia excepcional.

Los amplios jardines de Mas Marroch fueron el escenario perfecto para la ceremonia, donde Laura y Toni intercambiaron sus votos bajo un cielo azul salpicado de nubes blancas. La atmósfera estaba impregnada de amor y alegría, mientras los seres queridos de la pareja compartían en su felicidad y celebraban el inicio de una nueva etapa en sus vidas.

La recepción que siguió fue un festín para los sentidos, donde la exquisita gastronomía del Celler de Can Roca se fusionó con la magia del lugar. Los invitados brindaron con copas de champagne y deleitaron sus paladares con delicias culinarias que deleitaban tanto el gusto como la vista.

A medida que avanzaba la noche, la pista de baile se convirtió en el centro de la diversión, donde amigos y familiares se unieron para celebrar el amor y la felicidad de Laura y Toni. La música resonaba en el aire, y cada paso de baile era un tributo a la unión de dos almas destinadas a estar juntas.

En retrospectiva, la boda de Laura y Toni en Mas Marroch no solo fue un evento elegante, sino un testimonio del poder del amor para trascender las barreras y unir a las personas en un vínculo indestructible. Fue una celebración que quedará grabada en la memoria de todos los presentes como un momento de pura magia y belleza.

Esta boda tuve la suerte de acompañar a Robert Marcillas, gracias amigo por compartir historias juntas.